El nuevo público que acude al teatro a finales del siglo XIX pretende ver en el espectáculo teatral un refuerzo de los planteamientos que justifican su modo de vida, aunque en ocasiones nos encontramos con autores que no dudan en cuestionar los pilares de la sociedad burguesa. Se puede afirman que conviven dos tendencias en el teatro de la segunda mitad del siglo XIX:
A. El teatro de evasión. Es una fórmula teatral destinada al gran público burgués, presentado por grandes compañías que pretenden complacer las exigencias del espectador y contentar a los empresarios. Ofrecen comedias y dramas que reflejan conflictos sucedidos en el seno de la clase media-alta, pero sin ofrecer una visión excesivamente crítica. La función del espectáculo es principalmente procurar entretenimiento. En España, destaca Jacinto Benavente.
B. El teatro del realismo crítico. El realismo crítico se entiende como una descrpción fidedigna de la realidad, sin omitir los aspectos más desagradables.
B.1. Henrik Ibsen: es un modelo para los dramaturgos posteriores por su capacidad de profundizar en la psicología de los personajes y por su implicación con las realidades sociales de su tiempo. Su teatro marcó de forma decisiva la obra de autores contemporáneos como August Strindberg o Anton Chéjov. En su trayectoria pueden distinguirse tres etapas:
- En una primera etapa no hay aún ruptura total con el Romanticismo, pues se dedica al drama histórico: Peer Gynt y Brand.
-Posteriormente entra de lleno en el realismo crítico con obras que reflejan los problemas a los que se enfrenta la sociedad del momento, como Casa de muñecas, sobre la liberación de la mujer, y Un enemigo del pueblo, que refleja el conflicto de un hombre íntegro frente a la sociedad que lo quiere acallar.
-Finalmente, el teatro de Ibsen avanza hacia el simbolismo con obras como Hedda Glaber o La dama del mar.
CASA DE MUÑECAS:
Tras otros sucesos, como la despedida del doctor Rank, amigo de la familia, que va a morir, la entrevista que tiene Cristina con Krogstad o los intentos de Nora por evitar que su marido lo sepa todo, Helmer lee la carta y reacciona violentamente, se muestra colérico con su esposa sin pararse a pensar las razones de su delito:
HELMER.–¡Basta de comedias! (Cierra la puerta de la antecámara.) Te quedarás ahí, y me darás cuenta de tus actos. ¿Comprendes lo que has hecho? Di, ¿lo comprendes?
NORA.–(Le mira con expresión creciente de rigidez y dice con voz opaca.) Sí, ahora empiezo a comprender la gravedad de las cosas.
HELMER.–(Paseándose agitado.) ¡Oh terrible despertar! ¡Durante ocho años…, ella, mi alegría y mi orgullo…, una hipócrita, una embustera! Todavía peor: ¡una criminal! ¡Qué abismo de deformidad! ¡Qué horror! (Deteniéndose ante Nora, que continúa muda y le mira fijamente.) Yo habría debido presentir que iba a ocurrir alguna cosa de esta índole. Habría debido preverlo. Con la ligereza de principios de tu padre…, tú has heredado esos principios. ¡Falta de religión, falta de moral, falta de todo sentimiento de deber!… ¡Oh, bien castigado estoy por haber tendido un velo sobre su conducta! ¡Lo hice por ti y este es el pago que me das!
NORA.–Sí, este.
HELMER.–Has destruido mi felicidad, aniquilado mi porvenir. No puedo pensarlo sin estremecerme. Te has puesto a merced de un hombre sin escrúpulos, que puede hacer de mí cuanto le plazca, pedirme lo que quiera, disponer y mandar lo que guste sin que me atreva a respirar. Así, quedaré reducido a la impotencia, echado a pique por la ligereza de una mujer.
NORA.–Cuando yo haya abandonado este mundo, estarás libre.
HELMER.–¡Ah! Déjate de expresiones huecas. Tu padre tenía también buena provisión de ellas
B.2 August Strinberg: se le considera como el precursor del teatro de la crueldad y del absurdo. Su vida y su arte están estrechamente vinculados, tal y como prueban sus obras El hijo de la criada, en la que narra su desgraciada infancia a cargo de un padre autoritario y de una madre que había sido su criada, o Infierno, donde describe su etapa de incapacitación debido a problemas mentales. En su trayectoria se distingue un periodo naturalista, como reacción a los excesos del Romanticismo, y otra más compleja en la que abandona las unidades de tiempo, lugar y acción, y presenta a personajes grotescos, empleando complejos efectos escénicos. Entre sus obras, destacan El padre, La señorita Julia y La más fuerte.
B.3. Anton Chéjov: se le considera como el impulsor del nuevo teatro ruso. A su éxito como dramaturgo contribuyeron su esposa, la actriz Olga Knipper, y la compañía de Stanislasvki, el Teatro del Arte de Moscú, que supo dar a la interpretación la naturalidad que le hacía falta. Desde el punto de vista de la técnica teatral, Chéjov desarrolló la denominada acción indirecta, que consiste en primar lo que ocurre fuera de escena con el fin de potenciar la imaginación del espectador. Entre sus obras teatrales destacan
La gaviota, Tío Vania, Las tres hermanas, El jardín de los cerezos.
B.4. Óscar Wilde: su vida fue un constante enfrentamiento con la moral puritana de la sociedad de su época. Esa misma sociedad lo llevó de ser el centro de los círculos sociales más selectos de Londres mientras estuvo casado a la cárcel y al ostracismo más absoluto por su homosexualidad, todo un viaje a los infiernos que él mismo narraría en
De profundi. En su obra hay que destacar el drama bíblico
Salomé, cuya representación fue prohibida, y comedias burguesas como
El abanico de lady Windermere o
La importancia de llamarse Ernesto.
LA TRANSFORMACIÓN DEL TEATRO DURANTE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX
En el siglo XX se produce una profunda transformación en el concepto teatral, dentro de un contexto de desencanto ante el transcurrir de los acontecimientos históricos y de renovación artística debido al empuje de las vanguardias. Algunos factores que contribuyeron a este cambio fueron la influencia del cine, los avances técnicos (que abren mayores posibilidades a la escenografía y luminotecnia) y la relevancia que alcanza el director, quien imprime su propia concepción dramática.
André Antoine, director de la sala Théâtre Libre de París, crea el concepto de “cuarta pared” por el que los actores se desenvuelven en escena de forma natural, como si no hubiera público, al que pueden incluso dar la espalda. Por su parte,
Stanislavsky propone un método que conjuga lo físico, lo emocional y lo intelectual para conseguir que el actor se identifique con su personaje.
Entre las tendencias teatrales en el siglo XX debemos destacar:
- La renovación dramática realizada por Alfred Jarry (
Ubú rey, obra precursora del teatro surrealista y del absurdo) y Antonin Artaud (teatro de la crueldad).
- El teatro más tradicional de Bernard Shaw y Giraudoux.
- El teatro expresionista de Kaiser y Ernst Toller.
- El teatro del absurdo.
- El teatro épico y de compromiso.
1. TEATRO DEL ABSURDO
Surge en Francia alrededor de 1950. Está relacionado con el
Existencialismo, movimiento que surge a raíz de las convulsas circunstancias históricas y vitales que sufre el ser humano en la primera mitad del siglo XX. El sinsentido de la condición humana se refleja a través de argumentos sin significado, diálogos repetitivos, la incoherencia, lo ilógico y el disparate. En cuanto a la estructura y el estilo, se emplea la caricaturización, la hipérbole, las imágenes oníricas y la concentración de acontecimientos en obras de un solo acto.
1.1.Pirandello: es el precursor del teatro del absurdo. Escribe
Seis personajes en busca de autor, donde presenta a seis personajes que exponen al director y a sus actores la historia real de sus propias existencias. Pirandello pretende que el espectador no tome a estos personajes como seres de teatro: se reflexiona así sobre el propio teatro y su artificio.
1.2. Ionesco: es uno de los creadores del teatro del absurdo. Dentro de sus obras destacan
La cantante calva, obra en la que no aparece ninguna cantante, sino dos matrimonios y un bombero cuya charla estúpida acaba en un delirio de gritos sin sentido.
La lección (un profesor, para explicar el término cuchillo, mata con él a su alumna).
Las sillas: refleja la soledad y la incomunicación, dos ancianos hablan con seres imaginarios en una reunión, pero el escenario sólo se va llenando de sillas vacías.
El rinoceronte, en esta obra los habitantes de una ciudad se convierten en rinocerontes.
LA CANTANTE CALVA:
El matrimonio Martin llega a casa de los Smith. Tras saludarse con los Smith viven una situación embarazosa en la que no tienen nada que decirse. Como no saben de qué hablar, conversan sobre cualquier cosa, y fingen asombro e interés para mantener la apariencia social de que están debatiendo sobre algo interesante:
SEÑORA MARTIN.–(Graciosa.) Pues bien: hoy he presenciado algo extraordinario, algo increíble.
SEÑOR MARTIN.–Dilo ya, querida.
SEÑOR SMITH.–Nos vamos a divertir.
SEÑORA SMITH.–Por fin.
SEÑORA MARTIN.–Pues bien: hoy, cuando iba al mercado para comprar verduras, que son cada vez más caras…
SEÑORA SMITH.–¡Adónde vamos a ir a parar!
SEÑOR SMITH.–No debes interrumpir, querida, mala.
SEÑORA MARTIN.–Vi en la calle, junto a un café, a un señor, convenientemente vestido, de unos cincuenta años de edad, o ni siquiera eso, que…
SEÑOR SMITH.–¿Quién, cuál?
SEÑORA SMITH.–¿Quién, cuál?
SEÑOR SMITH.–(A su esposa.) No hay que interrumpir, querida; eres fastidiosa.
SEÑORA SMITH.–Querido, eres tú el primero que ha interrumpido, grosero.
SEÑOR MARTIN.–¡Chitón! (A su esposa.) ¿Qué hacía ese señor?
SEÑORA MARTIN.–Pues bien: van a decir ustedes que invento, pero había puesto una rodilla en tierra y estaba inclinado.
SEÑOR MARTIN, SEÑOR SMITH, SEÑORA SMITH.–¡Oh!
SEÑORA MARTIN.–Sí, inclinado.
SEÑOR SMITH.–No es posible.
SEÑORA MARTIN.–Sí, inclinado. Me acerqué a él para ver lo que hacía…
SEÑOR SMITH.–¿Y?
SEÑORA MARTIN.–Se anudaba los cordones de los zapatos que se le habían desatado.
1.3. Beckett: critica a la sociedad en la que vive y muestra su pesimismo sobre el ser humano. Plantea temas como como la imposibilidad de comunicación entre los hombres, la soledad o el sentido de la vida. Escribe
Esperando a Godot, obra en la que el autor anula el escenario (un lugar extraño donde solo hay un árbol), anula también la acción y la identidad de los protagonistas (cada cual podría ser el otro sin que nada cambiase). La obra presenta la angustiosa situación de dos personajes que esperan a alguien que nunca llega.
Final de partida, con personajes lisiados y metidos en cubos de basura.
Días felices, donde un personaje se va hundiendo lentamente en un montículo de tierra.
Breath, con la que el autor alcanza la absoluta simplicidad dramática: una obra sin actores, ambientada en un descampado lleno de basuras donde se oye el llanto de un niño recién nacido.
"Esperando a Godot", Beckett
ESTRAGÓN.- ¡Hermoso lugar! (Se vuelve, avanza hasta la batería y mira hacia el público.) Rostros sonrientes. (Se vuelve hacia Vladimir.) Vámonos.
VLADIMIR.- No podemos.
ESTRAGÓN.- ¿Por qué?
VLADIMIR.- Esperamos a Godot.
ESTRAGÓN.- Es verdad. (Pausa.) ¿Estás seguro de que es aquí?
VLADIMIR.- ¿El qué?
ESTRAGÓN.- Donde hay que esperar.
VLADIMIR.- Dijo delante del árbol. (Miran el árbol.) ¿Ves algún otro?
ESTRAGÓN.- ¿Qué es?
VLADIMIR.- Yo diría que un sauce llorón.
ESTRAGÓN.- ¿Dónde están las hojas?
VLADIMIR.- Debe de haber muerto.
ESTRAGÓN.- Se acabó su llanto.
VLADIMIR.- A menos que no sea tiempo.
ESTRAGÓN.- ¿Y no sería más bien un arbolillo?
VLADIMIR.- Un arbusto.
ESTRAGÓN.- Un arbolillo.
VLADIMIR.- Un... (Se contiene.) ¿Qué quieres insinuar? ¿Que nos hemos equivocado de sitio?
ESTRAGÓN.- Ya tendría que estar aquí.
VLADIMIR.- No aseguró que viniera.
ESTRAGÓN.- ¿Y si no viene?
VLADIMIR.- Volveremos mañana.
ESTRAGÓN.- Y, después, pasado mañana.
VLADIMIR.- Quizá.
ESTRAGÓN.- Y así sucesivamente.
VLADIMIR.- Es decir...
ESTRAGÓN.- Hasta que venga.
VLADIMIR.- Eres inhumano.
ESTRAGÓN.- Ya vinimos ayer.
VLADIMIR.- ¡Ah, no! En eso te equivocas.
ESTRAGÓN.- ¿Qué hicimos ayer?
VLADIMIR.- ¿Que qué hicimos ayer?
ESTRAGÓN.- Sí.
VLADIMIR.- Pues, pues... (Enojándose.) Nadie como tú para no entenderse.
1.4. Genet: escribió
Las criadas, donde dos sirvientas juegan a ser señora y criada para liberarse. Compone
El balcón, obra que transcurre en un burdel al que acuden clientes que pueden disfrazarse de diversos personajes. Al final de la obra, la encargada del burdel dice a los espectadores que se vayan a casa, donde todo será más falso que en el propio burdel.
2. TEATRO DEL COMPROMISO
2.1. Teatro épico de Brecht: Su oposición al nazismo y su vinculación con el marxismo lo llevó a estar exiliado desde 1933 hasta 1948, año en el que se estableció definitivamente en el Berlín oriental, donde formaría el
Berliner Ensamble.
Brecht hace un teatro didáctico y político con el que intenta concienciarnos de la necesidad de transformar la sociedad. El compromiso sociopolítico y las innovaciones dramáticas caracterizan su “teatro épico”.
En este teatro épico se busca que el espectador presencie con cierta “distancia” lo que ocurre en escena para que pueda juzgar críticamente. Para conseguir este distanciamiento:
1. Utiliza personajes narradores que anuncian lo que va a suceder para que nadie esté pendiente del desenlace.
2. Mezcla farsa y drama, el lenguaje coloquial con el retórico.
3. Rompe la tensión con canciones.
4. Exagera la teatralidad de los actores, para que se note que están actuando.
5. Crea una escenografía antirrealista utilizando máscaras y dejando la tramoya a la vista.
Brecht denuncia la guerra, la explotación, la represión…No le gustan los héroes, sino las criaturas contradictorias de las que nos ofrece su lado más débil y humano.
Entre sus obras destacan:
a)
Madre coraje y sus hijos, sobre una mujer que pierde a sus hijos en la guerra.
b)
Galileo Galilei, donde reflexiona sobre el compromiso de los intelectuales con la sociedad.
c)
El círculo de tiza caucasiano, en la obra se celebra un juicio para determinar quién es la madre de un niño a través de la prueba del círculo de tiza.
d)
La evitable ascensión de Arturo Ui.
2.2. Dramaturgos estaodounidenses El teatro norteamericano posterior a la Segunda Guerra Mundial se centra en cuestiones sociales. La influencxia mutua del cine y del teatro es cada vez mayor.
2.2.1. Arthur Miller: destaca su obra
Muerte de un viajante (una crítica al sueño americano en la figura de un viajante cuya frustración le conduce le suicidio). Escribe
Las brujas de Salem, en la que ataca la “caza de brujas” del senador McCarthy.
MUERTE DE UN VIAJANTE:
En una dura conversación, Biff confiesa que estuvo una temporada en prisión, y reprocha a su padre que haya depositado tantas expectativas en él, así como el hecho de que tenga una amante. Willy decide suicidarse simulando un accidente para dejar a sus hijos el dinero por la indemnización:
BIFF.–¿Por qué estoy empeñado en ser lo que no quiero ser? ¿Qué hago en una oficina, convertido en un necio despreciable y mendicante, cuando todo lo que quiero es aire libre, que llegue el momento en que pueda decir que sé quién soy? ¿Por qué no puedo decir eso, William Loman?
WILLY.–(Con rabia, amenazador.) ¡Las puertas de tu vida están abiertas de par en par!
BIFF.–¡Papá! Soy de los de a centavo la docena… y eso eres tú también.
WILLY.–(Volviéndose hacia Biff, furioso, sin poderse contener.) ¡Yo no soy de los de a centavo la docena! ¡Soy William Loman y tú eres Biff Loman!
(Biff avanza hacia Willy, pero Happy le cierra el paso. En su furia, Biff parece dispuesto a agredir a su padre.)
BIFF.–No soy un gran hombre, Willy Loman, y tampoco lo eres tú. ¡Nunca has sido más que un viajante que ha trabajado sin reposo y que ha acabado en el cajón de la basura, como todos los de tu clase! ¡Y yo, Willy Loman, soy un hombre a dólar por hora! He probado en siete estados y no he podido pasar de ahí. ¡A dólar la hora! ¿Comprendes lo que quiero decir? ¡Ya no traigo premios a casa y es hora de que no esperes que los traiga!
WILLY.–(Directamente a Biff.) ¡Eres un bicho vengativo y rencoroso!
(Biff se desprende de Happy. Willy, asustado, trata de subir por las escaleras. Biff le agarra.)
BIFF.–(En el colmo del furor.) ¡Papá, no soy nada! ¡Absolutamente nada! ¿No puedes comprenderlo? No hay ya en esto el menor rencor. Soy lo que soy; nada más.
2.2.2. Tennessee Williams: escribe
El zoo de cristal, donde aparecen personajes débiles y frustrados con problemas sociales, sexuales y mentales que se van a repetir en el resto de sus obras.
Un tranvía llamado deseo, que trata el tema de la insatisfacción femenina.
La gata sobre el tejado de zinc caliente, donde aparecen temas como la homosexualidad, el alcoholismo o la ambición.
Finalmente, podemos mencionar el teatro de los “jóvenes airados” ingleses de la segunda mitad del siglo XX, que se caracterizan por su inconformismo y su protesta contra la sociedad del momento. A este grupo pertencen Osborne y Harold Pinter.